Maquillajes con historia: Los tortuosos rituales de belleza de Sissi Emperatriz

Me queda muy poquito para viajar a Austria y sentía que Noviembre era el mes para hablaros sobre este fascinante personaje de la Aristocracia Europea. 

Hablar de Isabel de Baviera, da para varios libros, películas y documentales. Una mujer que pese a su estirpe no creció en una refinada corte, sino en un palacete en el campo rodeada de perros y caballos a los que adoraba, forjándose así un carácter salvaje e indomable, que poco o nada tenía que ver con las estiradas costumbres de la alta alcurnia centroeuropea. Poco le importaba a la joven Sissi, como le llamaban sus familiares, ya que casarse no entraba en sus planes, pero todo eso cambió cuando acompañó a su madre y a su hermana Elena a conocer al prometido de ésta, el primo de ambas, el emperador austriaco, y su primo, Francisco José; el cuál rompió de inmediato su compromiso con Elena al quedar prendado de la bonita joven Sissi, de tan sólo 16 años.  

Aquí empezaría la desdichada vida alejada del campo, de la que unos tildan de superficial y vanidosa emperatriz, y para otros, no fue más que una mujer incomprendida, en una sociedad  encorsetada que la observaba con lupa, y una suegra que la criticaba y se reía constantemente de su falta de maneras, pese a hablar 5 idiomas (alemán, francés, inglés, húngaro y griego, que aprendió para leer los clásicos en su lengua original) y que la privó del cuidado de sus hijos. Una vida marcada por la tragedia de perder a su primera hija por enfermedad con tan sólo 2 años de edad y a su único hijo varón con 30, en extrañas circunstancias, y vivir la mayor parte de su vida sumida en una gran depresión. 

En fin, como véis una intensa vida, que no he hecho más que resumiros un poquito. Pero hoy vengo a hablaros de algo que dió y sigue dando que hablar sobre su vida, y que es sobre lo que versa esta sección, los extremos cuidados de belleza que llevaba a cabo esta mujer. 

Comenzaremos por uno de los puntos que más destacaba de ella, su larguísima cabellera, que le llegaba hasta las rodillas. 

Sissi, hacía cepillar cada día su cabello durante 3 horas, recogiéndolo en curiosos peinados, creados para ella, por su peluquera personal Fanny Angerer. Tenía muchísima preocupación con la caída de su cabello, y enfadaba cuando veía algún pelo en el cepillo, por lo que Fanny, siempre llevaba una cinta adhesiva en el mandil para pegar los cabellos que se iban cayendo y enseñarle el cepillo limpio.

Su champú estaba hecho de coñac y huevo, y lavaba su pelo cada 2 o 3 semanas, ritual que llevaba un día entero. Llegó a suspender algún compromiso por coincidir con el día de lavado de cabello... Figuraos.

Su pelo pesaba tanto que la producía gran dolor de cabeza y a veces tenía que permanecer en su habitación con el cabello sujeto con cintas al cabecero de la cama, para aliviar el peso sobre su cabeza. 

Además aunque su color de cabello era castaño claro, ella prefería teñirlo de un tono más oscuro para que las joyas y tocados resaltasen más.  

Sin embargo, y a pesar de innovar en sus vestidos, joyas o peinados, nunca utilizó maquillaje, quería preservar su belleza natural y no cubrirla. 

Siempre a dieta estricta. 

Pese a ser bastante alta, Sissi pesaba en torno a los 50 kilos, a veces incluso menos. Desde pequeña practicaba hípica, y además hizo instalar algunos artilugios, lo que hoy vendría a resultar un gimnasio, en su palacio, que hacía que todo el mundo se riera de ella, ya que ninguna dama practicaba gimnasia en aquella época, pero ella practicaba ejercicio hasta quedar exhausta. 

Su figura la perturbaba, y tras haber alumbrado a sus hijos, se volvió obsesivo, llegando a dar paseos de 8 horas diarias, ni que decir tiene que sus damas de compañía debían de turnarse, ya que no aguantaban estas maratonianas jornadas.

Sumado a que hasta finales del s.XIX las hormas de los zapatos eran iguales para ambos pies, imaginaos la tortura de caminar tanto tiempo. Os dejo con una imagen de los botines y los guantes de boda de Sissi, para que veáis a lo que me refiero. 

En cuanto a su dieta, se basaba principalmente en fruta y pescado hervido, abundante leche y jugo de carne. Esta dieta hacía que sus dientes estuviesen manchados de amarillo, y que poco a poco se le cayeran algunos, motivo por el que nunca sonreía ni en fotos ni en cuadros, y ocultaba su sonrisa tras un abanico.

En multitud de ocasiones ayunaba días completos, hoy se sabría que tenía grandes desórdenes alimenticios.

Además siempre iba ataviada con un corsé, hasta el día de su muerte, cuando paseaba por un lago en Suiza, y un anarquista fingió chocar con ella clavándole un estilete. La hoja era tan fina que nadie, ni ella misma se percató. Al subir al barco que cruzaba el lago, Sissi se desplomó y cayó al suelo. Se estaba desangrando, pero el apretado corsé había cortado durante un rato la hemorragia. 

Un trágico final, para una díficil y dura vida. A veces eso de soñar con ser princesa que nos vendió el señor Disney... mejor lo dejamos para los cuentos.

Conocíais la historia de Sissi???  Y sus enfermizos rituales de belleza???Queda muy lejos de la mítica película de los 50 verdad?

A ver como me las ingenio para arrancar la máquina del tiempo para traeros fotitos el domingo con lo caro que está el combustible....