Maquillajes con historia: El periodo entre guerras. Los años 30/40 del s.XX

A finales de los 30, España comenzaba la época de la postguerra y en Europa y EEUU comenzaba la 2ª guerra mundial. Este periodo estuvo marcado por la escasez, y ya se sabe que en tiempos de escasez se agudiza el ingenio. El mundo de la moda y la belleza también se vieron marcados por las circunstancias mundiales.

No gustaba demasiado el lujo de las estrellas de cine de los años 30 que se consideraba antipatriótico. El consumo de telas estaba limitado y se prohibía su despilfarro, así, para ahorrar, las faldas se acortan un poco, y también las chaquetas.

La ropa austera y práctica basada en faldas hasta la rodilla, chaquetas con hombreras y zapatos gruesos. Y a veces  las adornaban con cintas de colores y detalles de flores. Los vestidos se adornaban con cinturones, botones militares y los de color negro llevaban cuellos y puños en color blanco, para cambiar el estilo pese a tener menos prendas.

Como los hombres estaban en la guerra, las mujeres trabajaban en el campo o  en las fábricas, y comenzaron a llevar pantalones holgados, o incluso ropa de sus maridos. La ley era: improvisar y remendar.

Los diseñadores colaboraron con los gobiernos con el fin de crear ropa de servicio como Norman Hartnell y sus uniformes ingeniosos basados en vestidos verdes con mangas largas que se abrochaban o desabrochaban para las mujeres que trabajaban de socorro. Los looks se militarizan, en su mayoría son compuestos por trajes de dos piezas en tonos neutros, masculinizados con hombreras. Dada la necesidad, se empiezan a combinar de diferentes maneras para conseguir diferentes looks..

 Como ya hemos dicho, las telas escaseaban, y la mayoría estaban orientadas al ejército; la seda y, el material recientemente creado, el nailón se utilizaron casi en su totalidad para hacer paracaídas, por lo tanto, las medias fueron practicamente inexistentes, pero las mujeres más coquetas encontraron una solución: maquillaje para piernas y pintarse la línea negra de la costura trasera con el lápiz de ojos. Existían incluso salones de belleza que realizaban este proceso.

 Aparece la falda de tubo (en la que no se despilfarra nada de tela), y el estiletto en 1940. Los zapatos más populares fueron (a demás de los peep-toes) las cuñas de yute, atadas con cintas, que se aprendieron a realizar en casa, como también los tocados y bolsos de mano. El handmade nació de la necesidad. Los complementos eran la forma más fácil de avivar las prendas sencillas.

También nace el vestido de cocktail, más elegante que el vestido de tarde, pero menos formal que el de noche, pues nunca llega hasta los pies, es más económico, y se puede utilizar en diversas ocasiones.

Hollywood también se suma a la contienda y su producción cinematográfica se orienta hacia el conflicto.
Lauren Bacall, se consideró la mujer más elegante de Hollywood, seguida de Rita Hayworth en su papel de Gilda, como referente en la época.

Ya finalizada la guerra, en 1947, Christian Dior, realiza su primer desfile en Paris, y deja al mundo enamorado de este, con el llamado "New Look" que revolucionaría la moda de aquellos años. Sus modelos, suponen un cambio radical en las siluetas, sugiriendo feminidad, con hombros torneados, cintura estrecha, y falda de gran vuelo, confeccionada con grandes cantidades de tela (para demostrar que la escasez había terminado y que llevaba un porvenir más brillante).

En cuanto a belleza, el pelo tiene un largo medio, arreglado con ondas, y muchas veces cubierto con pañuelos, para disimular los cabellos descuidados por la escasez. Para ocasiones más formales se recoge en moños sencillos.

Los peinados de la época se basaban en el pelo liso y normalmente suelto que hasta entonces se había lucido. Pero poco a poco y gracias a la aparición de las planchas de pelo fueron tomando protagonismo los peinados ondulados. Estos peinados se caracterizaban por ser bastante más sexys y por dejar la cara completamente al descubierto. El peinado más llevado por aquel entonces era el tipo “Lauren Bacall” .

Las mujeres dormían incluso con los rulos puestos para conseguir esas insinuantes ondas de su pelo. 

Poco a poco comenzó a coger más fuerza la utilización del peróxido, es decir, la utilización de tintes para cambiar el color de su pelo. La mayoría de las mujeres soñaba con convertirse en una de esas impresionantes rubias que aparecían en la gran pantalla.

El estilo de mujer que se impone es provocativo y sensual. Las revistas se llenan de chicas con cabello ondulado, cintura estrecha, caderas e imponente busto. Se consolida el reinado de las 'pin-ups', que se había iniciado al final de la década anterior y de ese estilo femenino.

Las mujeres querían estar más guapas que nunca cuando los soldados tenían permisos para verlas, ya que creían que verlas guapas y felices les animaría, siempre dentro de la sencillez, nada de colores extremos en el rostro.

La calidad de los cosméticos cayó en picado por la escasez de grasas y aceites, por lo que los labiales eran muy secos, y costaba aplicarlas de forma uniforme. Se llevan voluptuosos y con el arco de cupido bien marcado y se llevan los rojos anaranjados y los marrones oscuros. El color de moda, que perduró durante años, fue en "tangee", uno de estos intensos rojos anaranjados.

Los rostros se llevaban muy mates y empolvados. Las cejas son más naturales y gruesas. 

Las sombras de ojos eran en tonos suaves (marfil, celeste, tierra...), enmarcando el párpado superior, con un fino delineado en el ojo. Se aplica un discreto colorete para contornear el rostro.

Espero que os haya gustado el post de hoy tan cercano y a la vez tan lejano en el tiempo. Yo como siempre me acuerdo de las fotos de mi abuela, que pese a no tener muchos posibles siempre iba guapísima en las fotos que tenemos de ella de jovencita. 

Os espero el domingo con mi propuesta de look, y ya sabéis que podéis participar en redes o en vuestros blogs, con vuestras propias propuestas con el hastag #maquillajesconhistoria.

Un besito enorme y que tengáis un estupendo día.